Ross Lovegrove, diseñador británico, busca su inspiración en formas orgánicas para dar vida a sus creaciones. De ahí que estas inmensas cajas de dos metros de alto intentan recrear una estructura liquida, para ello, han sido fabricadas en aluminio pulido en espejo. Un lujo de diseño y un lujo de sonido.
Sus formas, propias de una escultura, obedecen tanto al diseño como a principios acústicos. El prototipo inicial lo realizó una compañía británica dedicada al sector aeronáutico partiendo de unos grandes bloques de aluminio sólido.
Del proceso siguiente se encargo una máquina especial que fue moldeando su estructura bajo el más sofisticado software de CAM y consiguiendo una apariencia que se asemeja al metal liquido fluyendo, gracias al efecto que la luz crea cuando se refleja en ella. Las cien parejas de altavoces ya se fabricarán partiendo de hojas de aluminio con un espesor de 6 mm, moldeadas hasta alcanzar las espectaculares formas.
En el interior de sus carcasas cuentan con cuatro altavoces para graves de 25 cm. de diámetro situados en el frontal con imanes de un material llamado neodimio que impide cualquier tipo de distorsión.
En el frontal se sitúan también una unidad para tonos medios de iguales dimensiones que las de los graves y el exclusivo altavoz KEF uni-Q compuesto de una salida para frecuencias medias de 16,5 cm. de diámetro y un tweeter de 2,5 cm. para los agudos. En la parte trasera dispone de dos conos de 25 cm. de diámetro para controlar la direccionalidad de las bajas frecuencias.
Su impresionante sonido en cifras se sitúa en una sensibilidad de 90 dB, una frecuencia de respuesta de 25 Hz a 60 KHz con una salida máxima de 118 dB.Para sacarlas el máximo partido necesitamos unos amplificadores que entreguen de 100 a 400 W a 4 ohmnios.
Atención a su video de presentación en la feria del mueble de Milán.
