

Cada modelo es una auténtica obra de arte que admite la personalización por parte del cliente de algunos de sus componentes estéticos. La carrocería de este Roadster está fabricada en fibra de vidrio reforzada de alta calidad. De su exclusivo diseño destaca su planta muy dinámica con dobles grupos ópticos redondos en el frontal que se encuentra presidido por una rejilla cromada. En la zaga resaltan las cuatro ópticas también redondas y situadas en línea junto a un doble escape colocado en posición central.


Su chasis se basa en una estructura galvanizada de elevada resistencia a la torsión, revestida totalmente de aluminio y con protecciones adicionales para un posible impacto lateral. La capota es de lona y sus llantas de aleación son de 17 pulgadas, aunque cabe la posibilidad de montar otras de 19 pulgadas. Su elegante interior está rematado con cuero y maderas nobles y la instrumentación se presenta en estilo retro con relojes circulares.
Wiesmann ha llegado a un acuerdo con BMW para que esta le ceda sus motores. La versión menos potente (MF30) va equipada con un motor de 3 litros que entrega 231 CV de potencia y con el que el MF30 alcanza los 230 Km. /h de velocidad punta, con una aceleración de 0 a 100 Km. /h en 5,9 segundos. La mecánica del modelo más potente, el M3, es un motor de 343 CV de potencia con un par máximo de 365 Nm, lo que le permite acelerar en 4,9 segundos y una punta de velocidad de 255 Km. /h.


Ambos propulsores van asociados a un cambio manual de seis velocidades y en opción a uno manual secuencial SMG II con levas en el volante. Incluyen el sistema Drive Logic con seis opciones diferentes de conducción, asistente de aceleración y control de estabilidad.
Coches como este no se ven muchos por el mundo, su construcción artesanal y su alto costo, lo convierten en pieza de coleccionista. Su precio original rondaba los 84.000 euros, no sé lo que pueden pedir por uno en buen estado.