Parece, pues, que este sector no conoce la crisis, pues continúa en expansión a pesar de la mala coyuntura económica.


Las firmas de lujo europeas emplean en su conjunto a 800.000 trabajadores en el continente, y que tienen una tasa media de exportación del 72%. El Comité Colbert, fundado en 1954, agrupa a marcas tan universalmente conocidas y a la vez restringidas como Chanel, Christian Dior, Baccarat, Hermès, Louis Vuitton, Cartier, Van Cleef & Harpels, Champagne Bollinger o Longchamp, y aglutina hasta una cuarta parte del total del volumen de negocio del lujo en el mundo, más de 2,5 veces el del mercado estadounidense.


El número de empleos en la fabricación de productos de lujo ha aumentado mientras que se derrumbaba en la mayoría de los sectores industriales. Sólo en Francia, el volumen de facturación de las compañías que forman parte de este comité pasó de 5.300 millones de euros en 1995 a 26.000 millones de euros en 2010, es decir que se multiplicó por cinco.
La industria del lujo es un sector muy importante para la Unión Europea, puesto que 18 de las 25 principales marcas de lujo en el mundo provienen de este continente. Europa, con el 32% de las ventas, sigue liderando el consumo del lujo, seguido de Estados Unidos, con un 20%, y de China y Japón con un 12 % cada uno.
Un sector estratégico para la economía europea, y que viene a demostrar que la crisis en la que estamos inmersos, en realidad, no ha golpeado a las familias con buenos recursos económicos, que siguen manteniendo su capacidad adquisitiva.
Fotografías: páginas oficiales de Dior y Chanel