

Adena/WWF estima que en el pasado año 2006 se llegaron a pescar más de 50.000 toneladas de este pescado en el Atlántico, una cifra que supera con creces las 32.000 toneladas marcadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico. Tras 3.000 años de explotación, dicha organización advierte que el rojo se encuentra al borde de la extinción en el Mediterráneo y en Atlántico más oriental.
Parece que esta llamada de atención ha llegado a algunas de las más prestigiosas cocinas a nivel mundial y durante un tiempo el atún rojo desaparecerá de sus menús. Esta medida ayudará a frenar el exceso de pesca y dará un tiempo para que la población de atunes vuelva a crecer, asegurando un futuro mercado.


Los 475 hoteles y restaurantes que forman parte de la exclusiva red Relais & Châteaux, han dejado de utilizar este delicioso bocado en sus menús desde el 1 de enero de este mismo año. En nuestro país se ubican 24 negocios pertenecientes a esta asociación, entre ellos, podemos destacar el Hotel Restaurante Ferrero en Valencia, el Palacio de Luces en Asturias o en Cantabria, el Hotel San Román de Escalante.
El atún rojo nace en el mar de los Sargazos, recorre medio mundo durante su migración reproductora y su captura se produce en las almadrabas del estrecho. En la actualidad, su número ha bajado radicalmente y ya sólo quedan unas pocas en Barbate y Conil. Hasta hace unos pocos años la inmensa mayoría de las capturas se exportaban al mercado japonés. Ahora, los atunes rojos, de todos los tamaños y edades, son llevados a granjas de engorde en el Mediterráneo. En ellas aguardan hasta ser servidos en las mesas más exclusivas de medio mundo, donde sus lomos se cotizan como si de oro se tratase.
Imagen sujeta a licencia CC