

Cuando alguien decide adquirir un Rolls-Royce, es muy probable que no quiera escatimar en gastos y quiera convertir su vehículo en algo único. Es en estos casos, cuando las peticiones del cliente escapan a lo ofrecido habitualmente por la marca, es cuando esta recurre a su departamento de personalización, conocido como Bespoke.


El departamento Bespoke de Rolls Royce es el responsable de hacer realidad los sueños de los clientes de la firma británica.
Desde pinturas específicas para la carrocería, inserciones de perlas en el habitáculo, exclusivas vajillas de porcelana, todo tipo de grabados en la tapicería de piel cosida a mano, salpicaderos construidos en madera maciza, hasta alfombrillas fabricadas en piel de cordero. Cualquier cosa es posible para el departamento de personalizaciones de Rolls Royce.


Tal es el éxito y la fuerte demanda de este tipo de servicios, que Rolls-Royce Motor Cars ha tenido que duplicar la plantilla de su departamento, incluyendo diseñadores, ingenieros y personal de gestión de proyectos por lo que el número de expertos dedicados a personalizar coches en toda la empresa se eleva a más de 50.


Las operaciones de personalización no se limitan sólo al diseño y desarrollo de piezas propias del automóvil. Rolls-Royce quiere adaptar sus vehículos al estilo de vida de cada uno de sus clientes. Algunos ejemplos son tan prácticos y a la vez tan exclusivos como los juegos de picnic del mismo color que el interior del vehículo, o los impresionantes habitáculos creados para guardar todo tipo de objetos en el interior del coche. Todos con un denominador común: han sido fabricados con los materiales más selectos.
Imágenes Rolls-Royce.