

Hotel Mont Blanc, Valle d'Aosta, Italia – Desde 80 euros* por habitación/noche
El Hotel Mont Blanc, situado al pie del mítico pico que lleva su mismo nombre, es la mejor ventana para observar con detalle la cima más alta de Europa. En Navidad presenta una estampa mágica, con unas vistas espectaculares. Uno de los mejores puntos para observar esta espléndida panorámica es desde el jacuzzi de la terraza de la suite, que con buena compañía, promete una velada inolvidable. Además el hotel dispone de una fantástica piscina climatizada y de un moderno Spa con los tratamientos más avanzados. En definitiva, un bucólico lugar para unas estupendas fiestas invernales.
Las luces navideñas y Central Park
The Waldorf Astoria, Nueva York, EEUU – Desde 229 euros* por habitación/noche
Sin duda, la Navidad es una de las mejores épocas para visitar Nueva York. La ciudad se transforma, se encienden millones de luces y la gente se olvida del frío y sale a la calle. El Hotel Waldorf Astoria, punto de interés del Art Decó neoyorquino, ubicado justo en el centro de la Gran Manzana, es uno de los principales testimonios del espíritu navideño de la ciudad. Desde el majestuoso hotel, podemos contemplar la Quinta Avenida y visitar puntos entrañables, como el luminoso árbol de Rockefeller Center o la famosa pista de patinaje de Central Park. No sólo se viste de Navidad la ciudad, sino que en las más de 1,400 elegantes habitaciones del Waldorf Astoria, también se puede sentir su esencia con todos los ornamentos imprescindibles.
Vistas a la cuna de la Natividad
Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Mamilla Hotel, Jerusalén, Israel – Desde 238 euros* por habitación/noche
Situado justo a la frontera entre el nuevo y el viejo Jerusalén, el Hotel Mamilla tiene unas vistas privilegiadas de las murallas de la Ciudad Vieja, la Torre de David y la avenida donde el nuevo comercio y el ocio son los protagonistas. Una Navidad de contrastes es lo que encontraremos en esta ciudad de Tierra Santa. Junto al Hotel, la Avenida Mamilla nos lleva directo a la Puerta de Jaffa, un paseo en el que retrocedemos más de 2000 años. Lo más recomendable es disfrutar de una magnífica comida en la terraza del tejado del hotel, donde además de la incomparable comida tradicional e internacional, se puede gozar de unas vistas únicas en el mundo.
Imagen: Valle D'Aosta