

El propulsor es el mismo que el del 599 GTB Fiorano, es decir, un doce cilindros en V con un desplazamiento de 6 litros, pero su potencia pasa de los 620 CV originales a los 700 actuales. Los ingenieros de Ferrari han mejorado la cámara de combustión de los cilindros y los colectores de admisión y escape. El cambio es todavía más rápido, ahora pasar de una marcha a otra supone 60 milésimas de segundo, por las 100 anteriores.
El Ferrari 599XX cuenta con el sistema Actiflow de difusores en sus bajos. Heredado del la Fórmula 1 este sistema proporciona al vehículo la máxima sujeción al asfalto a la par que minimiza cualquier posible desplazamiento lateral en curva. Desarrollado y probado con ayuda de los túneles de viento, ha conseguido en distintas pruebas un apoyo aerodinámico de 280 kilogramos a 200 Km. /h y de 630 a 300 Km. /h.
En Maranello también han trabajado para obtener la máxima compatibilidad entre los sistemas electrónicos y la mecánica, fruto de este trabajo es el sistema High Performance Dynamic Concept que obtiene los mejores resultados dinámicos de la combinación de ambos grupos de componentes. La segunda generación del sistema de suspensiones SMC con varios modos de pilotaje es otra de las soluciones tecnológicas adoptadas por Ferrari. Con este conjunto, el 599XX ha batido todos los registros en el circuito de pruebas de Fiorano.


Para detener los 700 CV de esta edición limitada, Ferrari recurre a un grupo de discos carbo-cerámicos en las cuatro ruedas, que permanecen perfectamente visibles desde el exterior a través de las impresionantes llantas de aleación de 19 pulgadas, donde descansan unos neumáticos del tipo Slick (de alta competición) con medidas 29/67 para el tren delantero y 31/17 para el trasero.
Sólo un selecto grupo de clientes de la firma italiana tendrán acceso a él y lógicamente sólo lo podrán conducir en un circuito.
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