¡Por fin!, comienza a estar donde le corresponde. Apreciado fuera de nuestras fronteras como ninguna otra cosa, hoy en nuestro blog dedicado al lujo, una de las joyas de nuestra gastronomía.
Gracias a una disfunción metabólica en el organismo del cerdo ibérico,sus entrañas convierten en delicia un fruto tan insípido como es la bellota. Sus hermanos de raza blanca no poseen la capacidad de los ibéricos de convertir hidratos de carbono en grasa de exquisito sabor. La clave de su calidad está en la raza y en su alimentación, de ahí tan necesario conservar y proteger las dehesas donde se alimentan y alcanzan su madurez.
Hasta el mundo de la medicina se rinde a sus virtudes, definiendo sus grasas como sanas y complementos ideales para cualquier dieta que se precie. es el acompañante perfecto en cualquier mesa y se acopla con suma facilidad a cualquier tipo de vino ya sea blanco, rosado o tinto.
Si seguimos unas sencillas pautas lo disfrutaremos más: Debemos mantenerle siempre en un lugar fresco y resguardado del sol. Para evitar que se reseque es conveniente cubrir el corte con una tapa de grasa obtenida del propio jamón. Al lonchearlo, procurar que las lonchas sean lo más finas posibles, mejorará el sabor y le sacaras más partido. Las grasas del tocino son muy saludables y son parte de su éxito. Cuando se acabe la carne, trocea el hueso y aprovéchalo para caldo.
Para asegurar su procedencia, España cuenta con cuatro grandes denominaciones de origen ibéricas, son las encargadas de garantizar la excelencia del producto:
Curiosidades:
Alguno de los nombres que te deben sonar como productores de ibérico de máxima calidad son: Joselito (D.O. de Guijuelo), Sánchez Romero Carvajal (Jabugo, D.O. jamón de Huelva) el mítico 5J es suyo, Señorío de Montanera (D.O. Dehesa de Extremadura), Antonio Martín (La Nava D.O. de Guijuelo), entre otros muchos.
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